sábado, 9 de abril de 2011

La Escuela 2.0

Primer análisis sobre la Escuela 2.0
El diario económico Expansión publicó ayer 23 de septiembre un artículo titulado “El portátil del cole divide España” en que se  analiza del primer del proyecto Escuela 2.0. Entre las cosas interesantes hay un mapa del estado español con las cifras de alumnos “dotados” de portátil y de “aulas 2.0″ (wifi y pizarra digital). Lástima que no se contrasten con el número total de estudiantes y aulas que deberían haberse dotado según los acuerdos de cada comunidad autónoma. Así no hay manera de saber el nivel de ejecución. En el mapa, destacan, como es natural, Madrid, Murcia y Valencia (gobernadas por el PP) con unos pequeños guiones en lugar de cifras (no han puesto ceros). No participan en el proyecto, como todo el mundo sabe, a diferencia de otras comunidades gobernadas por el mismo partido, como Galicia, que sí participan. Supongo que la personalidad de sus gobernantes y su manera de entender cómo se hace oposición explica lo que evidentemente no es una estrategia nacional de partido.
En el texto destacan las declaraciones del director general de Toshiba España (“El número de incidencias por ruptura de los equipos ha sido inferior al que esperábamos” (!)), “[los alumnos]…prestan más atención en las clases y sacan mejores notas desde que los tienen”, y, según parece, los ordenadores reducen el absentismo laboral), las del director de Administración Pública y Educación de HP Sistemas Personales (“hay editoriales más pequeñas que han comenzado a ofertar material para las clases, y también algunas autonomías han impulsado la creación de contenidos digitales y multimedia”), del consejero de Educación de la Junta de Andalucía (“No se trata de que la página del libro pase al ordenador en formato PDF; los libros interactivos deben permitir, además, una aproximación más individualizada al nivel de cada alumno”) y de “algunas voces críticas”, que el periodista no identifica, que “achacan a la trasferencia autonómica de la educación el hecho de que las editoriales no se lancen definitivamente a desarrollar programas educativos digitales u online, dada la escasa rentabilidad que supondría modificarlos para cada región”.
Es destacable el hecho de que, según el periodista, todas las “soluciones” se han ofrecido “llave en mano”:
“Las adjudicaciones son responsabilidad de los gobiernos autonómicos y, en todas ellas, se han asignado a consorcios que ofrecían paquetes llave en mano: además del hardware, incluyen todo el software de seguridad, el mantenimiento de los equipos, los accesorios, la conectividad a Internet, la formación del profesorado, soluciones de financiación (como el renting) y, en algunos casos, contenidos didácticos.”
El artículo finaliza relatando las dificultades de los pobres vendedores de equipos para ofrecer productos de calidad y valor añadido con los precios tan bajos que paga la Administración:
“El plan Escuela 2.0 es un dinamizador para el mercado”, al aumentar el target de clientes a un segmento de población muy joven, pero “la presión de precios es enorme”, dice Fernández. “No podemos ofrecer buenos productos y servicios añadidos, como la formación, por menos de 500 euros, porque perderíamos dinero”, asegura Ruano“.
No hay declaraciones de ningún docente, ni director/a de centro. Parece que ningún Centro de Profesores ha hecho nada, ningún centro ha organizado formación para sus docentes, etc. El impacto real de los ordenadores en la metodología docente y en el aprendizaje no se menciona, siquiera de pasada. Aunque, claro, Expansión es un periódico económico, no pedagógico.

Opinión personal
Escogí este artículo, pues mezcla política y educación, tema que parece tabú en algunos círculos. Es triste, pero todo en esta vida está movido por la política. Me parece increíble que los políticos gestionen tan mal los recursos educativos. Deberían pensar un poco más en que la Escuela 2.0 ha sido creada para la mejora de la sociedad, pues estamos experimentando un gran número de cambios y esto no ha hecho nada más que empezar. Cierto es que las tecnologías pueden suponer mayores presupuestos, pero ¿qué mejor manera de utilizar el dinero para invertir en educación? Deberían tratar de no centrarse tanto en mantener o aumentar los beneficios de determinados sectores de la industria y el comercio y procurar cubrir, en la medida que les sea posible, las necesidades educativas de los más pequeños.
Con todo esto, no quiero decir que toda la educación deba digitalizarse, pues para mí un libro en papel siempre será mejor, pero sí utilizar esta mejora para evolucionar y conseguir un desarrollo, probablemente más efectivo que el anterior.
También considero que, los profesores deberían ser mejor formados para estos nuevos cambios tecnológicos, pues los más pequeños han nacido en esta sociedad y todo les parece más fácil, pero a los adultos puede resultarles complicado ponerse al día en este tema. Si se les diese algún tipo de formación, todo sería más sencillo, pues a estas alturas, todos los profesores deberían saber manejar un ordenador y usarlo como herramienta didáctica.
Menos mal que, queda la esperanza de que cada día hay más docentes que entienden que el mundo ha cambiado y que los portátiles son una gran oportunidad y no una desventaja. El cambio es lento, pero ocurrirá.
Debo añadir que, a medida que leo textos sobre este tema, me doy más cuenta de lo fundamental que puede llegar a ser esta asignatura, a pesar de que me cueste relativamente, pues en realidad sé muy poco en relación a las nuevas tecnologías.

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