martes, 10 de mayo de 2011

Función Paterna y Familia Monoparental. Crecer sin padre: cambios y tendencias en la estructura de la familia norteamericana

Dos de cada cinco jóvenes norteamericanos menores de 18 años viven, y han crecido, sin su padre biológico. Ya sea como consecuencia de un divorcio, o de nacimientos de madre soltera, un cuarenta por ciento de los menores de 18 años en Estados Unidos vive en una familia monoparental. Este cuarenta por ciento representa más de veinte millones de niños y adolescentes. La probabilidad de que un niño norteamericano de raza blanca nacido hoy, crezca junto a su padre y viva con él hasta ser mayor de edad, es de 25%. Para un niño negro, la probabilidad baja al 5%. Las familias en las que los hijos viven con su padre y madre biológicos representaban en 1950 un 43% del total de familias. En 1995 ese porcentaje bajó al 25%, y el porcentaje de familias monoparentales subió al 35% del total de familias con hijos. Esta tendencia aparece en casi todos los países industrializados, con excepción de Japón e Israel. La tasa de nacimientos de madre soltera se duplicó o triplicó en los países del primer mundo entre 1960 y 1990. En Estados Unidos, pasó del 5% al 35%, es decir un aumento del 600%, y es hoy la tasa más alta del mundo, con una proyección a 5 años de 50%. Del total de nacimientos de madre soltera, una tercera parte corresponde a madres solteras adolescentes.
En un plazo relativamente breve, la sociedad norteamericana ha producido un experimento social sin precedentes, en cuanto a cambios en la estructura de la familia. Sociólogos, psicólogos, criminólogos y economistas han intentado estudiar este fenómeno y su impacto a nivel individual, familiar y social, y de alguna manera evaluar cuantitativamente el costo de la ausencia del padre. Probablemente el trabajo de investigación más extenso, y metodológicamente riguroso es el que realizaron los sociólogos Sara McLanahan (Princeton University), y Gary Sandefur (University of Wisconsin), y cuyos resultados fueron publicados en el libro Growing Up with a Single Parent en 1994.

Opinión personal
El artículo tratado ha sido de mi elección, porque los porcentajes que aparecen sobre los niños que nacen o crecen en familias monoparentales  son increíblemente alarmantes. Es muy triste que, en la sociedad actual, haya tantos divorcios. Todavía me cuesta creer que para la gente, el matrimonio o tener hijos sean temas para tomarse a la ligera. Para mí es algo muy importante y que, se debe pensar seriamente antes de tomar una decisión. Soy de las personas que sigue pensando que, un matrimonio es para toda la vida. Sé que puede salir mal o que te equivoques de persona, pero antes no había tantos divorcios, francamente, creo que el divorcio “está de moda”.
Me pongo a pensar en haber crecido sin la figura paterna o materna y la verdad, me da mucha pena que haya porcentajes tan altos en la mayoría de los países y lo peor de todo es que, cada vez, va a más. Además, de las carencias afectivas que puede tener cualquier niño que crece sin una de las figuras de los padres, la educación de los hijos recae sobre ambas figuras y se necesitan los dos puntos de vista.

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